La guía de buenas prácticas en compliance
En la primera edición de MasterMinds tuvimos el privilegio de escuchar a dos grandes referentes del compliance en Latinoamérica. Durante la conversación, compartieron las buenas prácticas que han hecho que sus organizaciones tengan un programa efectivo de cumplimiento.
Yolanda Mayora y Nancy Zetina son representantes de Agexport y Energuate, ganadores de los Ethics & Compliance Latin American Awards. Estos reconocimientos de Valorum Ethics tienen como objetivo promover la cultura del compliance y reconocer las prácticas exitosas.
Más allá que deba cumplirse con ciertas regulaciones de acuerdo en la región o país donde se opere, la constante de un programa efectivo es que la organización obtiene beneficios indiscutibles. De acuerdo con Nancy, entre estos se encuentra que la reputación crece en un 12% y se obtiene un 5% de retorno de la inversión.
Te compartimos las claves de este primer MasterMinds.
El checklist de buenas prácticas
Aunque la primera buena práctica es que el programa de cumplimiento sea a la medida de tu organización, es cierto que hay ejes transversales que deben ser incluidos. Yolanda y Nancy coincidieron en estos:
1. Debes entender tu negocio y con base en esto, establecer tus políticas, procedimientos y KPIs.
2. La figura y trabajo del oficial de cumplimiento es indispensable. Su prioridad será ejecutar el programa lo más fielmente posible y velar porque todos los miembros de la organización estén en sintonía.
3. Establece también un comité de ética independiente, que pueda resolver situaciones de acuerdo con los códigos de conducta de tu organización.
4. Es necesario implementar herramientas para que el programa de compliance sea efectivo. Ambas invitadas subrayaron la importancia fue contar con un canal de denuncias independiente, es decir manejado por un tercero. Esto garantiza objetividad e inspira confianza.
5. Debes establecer procesos de risk management. Un mapa de riesgos y cómo mitigarlos debe ser una constante, sin duda.
6. Un plan de comunicación y entrenamiento se vuelve crucial. La razón es porque la cultura de ética y cumplimiento debe ser viva y eso solo lo logras involucrando a tus colaboradores y promoviendo que los valores se practiquen en el día a día. En este aspecto, la tecnología es un aliado perfecto.
7. El monitoreo del programa de cumplimiento es clave. Lo que no se puede medir, no se puede mejorar. Así que, desde que establezcas tu plan de trabajo; define los indicadores que te servirán para medir la efectividad.
8. La rendición de cuentas debe abarcar también a las terceras partes. Una buena práctica es establecer KPIs también para proveedores y otros stakeholders.
Lo bueno se repite
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