Compliance y gestión de riesgos: claves para un futuro empresarial sostenible
En un mundo empresarial cada vez más regulado y exigente, el compliance y la gestión de riesgos juegan un papel fundamental en la prevención de sanciones y fraudes. Regulaciones como el GDPR en Europa y la Ley de Protección de Datos Personales en Latinoamérica han impuesto nuevos estándares de seguridad, mientras que desafíos como el aumento de ciberataques y la corrupción requieren estrategias más sofisticadas para mitigar riesgos.
Durante el último panel de Master Minds Week “Mitigando riesgos: cumplimiento que impulsa transacciones transparentes”, destacados expertos compartieron su visión sobre la importancia de fortalecer estos aspectos en las empresas de Latinoamérica.
El evento contó con la participación de:
- Elisa Suárez Bellido: senior compliance en GEPP. Abogada por el ITAM y maestra en Gobierno y Políticas Públicas por la Universidad Panamericana, con certificaciones en ética y prevención del lavado de dinero.
- David Cabrera: oficial de cumplimiento en Maquinas Exactas S.A. Con experiencia en auditoría interna y creación de programas de ética y cumplimiento.
- Roberto Carnier: compliance manager de Microsoft. Con más de 10 años de experiencia en cumplimiento y gestión de riesgos para la región de Centroamérica y el Caribe.
A partir de sus aportaciones, exploramos los principales retos y estrategias para consolidar una cultura de cumplimiento y prevención de riesgos en las empresas.
Retos actuales en la gestión de riesgos empresariales
Uno de los grandes desafíos en la gestión de riesgos es la constante evolución del entorno empresarial. La regulación cambia, las amenazas emergen y las empresas deben estar preparadas para adaptarse rápidamente. Para esto, es clave identificar los puntos vulnerables dentro de la organización y establecer mecanismos que permitan anticiparse a los riesgos.
La implementación de programas de compliance robustos es esencial. No se trata solo de reaccionar ante incidentes, sino de prevenirlos mediante un monitoreo constante y una cultura de integridad que permee toda la empresa.
Privacidad de datos y su impacto en la gestión de riesgos
La protección de datos es un pilar fundamental en la gestión de riesgos empresariales. Las organizaciones manejan grandes volúmenes de información personal y financiera de sus clientes, empleados y proveedores, por lo que una filtración de datos puede traducirse en pérdidas financieras y de reputación.
Roberto destacó la importancia de establecer un ciclo de vida de la información, utilizando tecnologías como el cifrado de datos, firewalls avanzados y sistemas de autenticación multifactor. Además, recomendó el uso de plataformas de monitoreo continuo y software de prevención de pérdida de datos (DLP) para minimizar los riesgos de filtración y acceso no autorizado.
Además, recomendó contar con tecnologías que detecten posibles vulneraciones y proteger los datos sensibles con estrictos protocolos de acceso, reduciendo así los riesgos de incumplimiento normativo y ataques cibernéticos.
Canales de denuncia como herramienta clave en la gestión de riesgos
Un programa de compliance efectivo debe incluir canales de denuncia confiables y accesibles, pues estos permiten detectar riesgos antes de que se conviertan en crisis.
Elisa destacó que estos canales no solo previenen fraudes y malas prácticas, sino que también fortalecen la cultura de transparencia dentro de la organización. Además, recomendó que las empresas capaciten a sus colaboradores sobre cómo y cuándo utilizar estos mecanismos para mitigar riesgos internos y fortalecer el control organizacional.
Innovación tecnológica para una gestión de riesgos más efectiva
El uso de tecnología en compliance es clave para la automatización de procesos y la detección temprana de riesgos. Sistemas de monitoreo y análisis de datos pueden ayudar a identificar patrones sospechosos y mejorar la toma de decisiones en la mitigación de riesgos.
Alejandro mencionó que herramientas como el “Failure Mode Effect Analysis” y metodologías de “Six Sigma” permiten establecer objetivos claros para reducir riesgos. La tecnología no reemplaza la labor humana, pero potencia la eficiencia de los equipos de cumplimiento al permitir respuestas más ágiles y efectivas ante amenazas emergentes.
Compliance colaborativo: trabajo en equipo para una gestión de riesgos integral
El compliance no es solo responsabilidad del departamento de cumplimiento, sino de toda la organización. Una gestión de riesgos efectiva requiere la participación de todas las áreas de la empresa, alineando esfuerzos y promoviendo una cultura de prevención.
Roberto enfatizó que un programa de compliance sólido necesita el apoyo de la alta dirección. Sin el respaldo de los líderes, las políticas y controles no se aplicarán correctamente, aumentando la vulnerabilidad ante riesgos operativos y legales. Cada colaborador debe ser un aliado en la identificación y mitigación de riesgos.
Cultura organizacional: la base de una gestión de riesgos eficiente
La cultura organizacional es el cimiento de cualquier programa de compliance y gestión de riesgos. Si la empresa promueve valores como la transparencia y la ética, los empleados se sentirán parte de un ambiente donde se prioriza la prevención y el cumplimiento normativo.
Elisa destacó que para construir una cultura sólida se debe sensibilizar a los colaboradores a través de capacitaciones constantes, campañas internas de concienciación y la implementación de programas de mentoría que refuercen la ética y la gestión de riesgos en el entorno laboral. sobre la importancia de la integridad en su día a día.
No solo se trata de cumplir con la ley, sino de tomar decisiones éticas incluso en áreas grises. Esto permite reducir la exposición a riesgos y fortalecer la confianza de los clientes y socios comerciales.
El compliance y la gestión de riesgos son esenciales para el crecimiento y sostenibilidad de cualquier empresa. Invertir en tecnología, fomentar una cultura de ética y establecer mecanismos de control efectivos permite a las organizaciones protegerse de amenazas y construir relaciones de confianza con clientes y socios comerciales.
Como destacaron los expertos invitados, la clave está en la prevención, la transparencia y el compromiso. Para ello, es fundamental que las empresas realicen auditorías periódicas, fortalezcan sus programas de capacitación y adopten herramientas tecnológicas que permitan una detección temprana de riesgos.
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