Cómo debería evolucionar el compliance
Giovanna Cárdenas, José Solis y Gustavo A. Yepes-López, tres expertos inmersos en la academia, pero también con experiencia en la práctica del cumplimiento a nivel empresarial; compartieron su visión sobre hacia dónde debería dirigirse la ética y el compliance. A pesar de poseer perspectivas diversas, hubo convergencia en tres puntos:
1. La academia debe redoblar esfuerzos para preparar mejores líderes
Esto supone varios puntos clave, entre los que se encuentran: crear programas académicos que respondan a las necesidades reales de las empresas, así como implementar módulos de compliance y buen gobierno corporativo en los MBA y otros programas de las escuelas de negocios.
En palabras de Giovanna Cárdenas, “La academia tiene una gran oportunidad de generar una gran transformación sin dejar de lado los valores”.
2. Las empresas también deben impulsar la transparencia
El panel de expertos coincidió que las compañías tienen un papel protagónico en la lucha contra la corrupción y que cada vez se hace más necesario hacer un cambio de mentalidad.
Pero más allá de que los esfuerzos sean únicamente declarativos, es importante que internamente en las organizaciones se comience a atar el compromiso con la toma de decisiones. Por ejemplo, si a un miembro del equipo de ventas se le evalúa o promueve únicamente por lo que vende y no tanto por su adhesión a los principios éticos de la empresa, es posible que no facilitemos el camino a los valores.
De acuerdo con el estudio Estado de las Prácticas Empresariales contra el soborno, al consultar a las empresas participantes acerca de su conocimiento sobre las iniciativas voluntarias que existen para combatir la corrupción, el 63.5% afirmó desconocerlas.
3. La innovación, un paso necesario
Tanto en la academia como en la empresa es importante encontrar siempre nuevos caminos para obtener mejores resultados. Durante el panel surgieron tres ideas:
- Las universidades deberían establecer sanciones académicas para quienes cometan actos de corrupción, por ejemplo, dejar de respaldar su título profesional. Esto alentará la toma de decisiones más conscientes y responsables.
- Deben crearse los incentivos adecuados para los empresarios. Estas motivaciones deben estar unidas con las áreas de negocio para que la promoción del compliance y la ética sea efectiva. Además, debe fomentarse con especial fuerza la cultura de rendición de cuentas.
- La gamificación es una alternativa innovadora que brinda un gran impulso a la formación. Las empresas tienen una gran oportunidad para promover su cultura de valores con sus colaboradores y otros grupos de interés. De hecho de acuerdo con la Consultora Gartner, el 70% de las compañías de la Global 2000 List, ya emplea la gamificación en alguno de sus procesos.
Panelistas
Giovanna Cárdenas Ramírez
Directora Gobierno Corporativo; docente Control interno, ética y compliance en Pacifico Business School.
Jose Solís Sierra
Director Departamento de Finanzas y Cumplimiento Corporativo en Universidad del Valle de Guatemala.
Gustavo A. Yepes-López
Punto Focal Colombia Capítulo Regional PRME América Latina y el Caribe. Director de Gestión y Responsabilidad Social Universidad Externado de Colombia.